viernes, mayo 09, 2008

Ecce homo


Por conversaciones me he enterado de mi insospechada postura valórica frente al mundo. Me ha sorprendido, en particular, que lo yo creía Ética frente al universo determinando mi posición central él, y con ello, "mi visión" de la naturaleza humana era una ilusión, que al final soy un conservador. ¿Seré un Tory un Republicano? no lo creo.
Pero sospechaba algo raro. Sabía que detrás de mis decisiones no tenía un juez sancionador que esperaría mi muerte para censurarme, o por lo menos, quería no creerlo. Eso de alguna manera explica mi reticencia a seguir los ritos católicos.
Siempre aprendi, desde el colegio hasta la Universidad, que el universo se movía por medio de un orden natural. El cosmos no era mas reflejo de ese orden celestial, y eramos parte de ello. Yo era parte de Dios - de ahi mi construcción panteísta y gnóstica acerca de la religión -.
Siempre sospeché que el dios cristiano no existía, que era un invento antiguo de una capa social basada en posesión de la magia de la interpretación - que es invención al final - y mantenido por la humanidad so pena de una irremisible destrucción.
Y todos mis actos podían ser censurables a la observancia del todopoderoso.
Pero no es asi. Mi infancia sumida en el pensamiento concreto se desvaneció frente a una juventud ensoñadora y romántica, afín a encontrar conceptos universales metafisicos, por lo tanto inasibles.
Ahora, leyendo a Sartre (el existencialismo es un humanismo) debo desempolvarme de mi cuerpo marcado por esas señas esclavistas, de esa viga que espera en la memoria. ¿Debo ser existencialista en medio de la gente? ¿Ser un proyecto sin dolor?. Y sigo pensando como cristiano. Sigo pensando en los demás. ReSignación.